El Grupo Volkswagen tendrá que vender a lo largo del próximo ejercicio 2020 en Europa unos 150.000 coches eléctricos de sus diferentes marcas para evitar ser multado por la Unión Europea por superar la media de los 95 gramos de CO2 que entra en vigor para los coches nuevos el año que viene.
Así lo ha asegurado en un encuentro con la prensa española -con motivo del inicio oficial de la producción del ID.3 en la nueva planta de Zwickau- el responsable de movilidad eléctrica del comité ejecutivo de Volkswagen, Thomas Ulbrich.
Según el directivo, de esas 150.000 unidades, unas 100.000 emplearán la nueva plataforma modular eléctrica MEB, que es la que ha estrenado el ID.3 y de la que él es responsable para el consorcio alemán.
La fábrica de Zwickau jugará un papel determinante en este esfuerzo para desarrollar la movilidad eléctrica a gran escala. Por primera vez, una gran planta de producción de automóviles se ha convertido íntegramente para la movilidad eléctrica, con inversiones que alcanzan los 1.200 millones de euros. Está previsto que Zwickau produzca cerca de 100.000 modelos eléctricos el próximo año y, a partir de 2021, unos 330.000 eléctricos saldrán de la línea de montaje cada año, convirtiéndose en la fábrica más grande y eficiente de Europa, y en una pionera de la transformación de la red de producción global de Volkswagen.
El año que viene la ventas de los diferentes grupos deberán tener en conjunto una media de emisiones de 95 gramos de C02. Por cada vehículo y gramo que se supere, los fabricantes deberán pagar 95 euros, por lo que se prevé que las multas sean millonarias.
Para afrontar ese reto, Volkswagen necesita popularizar el coche eléctrico. Con el ID.3 quiere dar un primer paso. Es un modelo para el que la compañía ha planeado grandes volúmenes de producción y que se lanzará al mercado a mediados del próximo año a un precio más competitivo que los que se dan en estos momentos; menos de 30.000 euros en su versión más accesible.
El motor eléctrico desarrolla una potencia de 204 CV y un par máximo de 310 Nm, con una velocidad máxima de 160 km/h. Una potencia que va directamente a las ruedas traseras y que, junto a las grandes llantas de 18 pulgadas de serie –que pueden ser de 19 ó 20 pulgadas–, asegura una dinámica de conducción eficaz. Un compacto eléctrico de altas prestaciones que no sólo permitirá disfrutar de un alto grado de confort y una mínima economía de consumo en el día a día, sino también de un comportamiento en carretera similar a un turismo compacto de gasolina o diésel.
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