Cuando un conductor demuestre algún tipo de imprudencia al volante, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), puede solicitar a la jurisdicción la suspensión transitoria de su Licencia Nacional de Conducir y solicitar que el mismo se someta a un nuevo examen psicofísico a los fines de determinar su aptitud actual para conducir, dentro del plazo de cinco días hábiles.
Si el conductor no aprueba o no realiza el nuevo examen psicofísico exigido, la autoridad jurisdiccional expedidora podrá mantener la suspensión transitoria de su Licencia Nacional de Conducir hasta tanto el mismo sea favorable. A su vez, en aquellos casos que lo aprueben, la autoridad jurisdiccional podrá proceder a levantar la medida de suspensión transitoria.
"Manejar no es un derecho, es una responsabilidad. No podemos aceptar que personas que sean imprudentes al volante pongan en riesgo su propia vida y la de los demás. Estamos tomando todas las medidas necesarias para evitar siniestros viales", resaltó Pablo Martinez Carignano, director ejecutivo de la ANSV.
El examen psicofísico consiste en un análisis mas exhaustivo del perfil psicológico del conductor, como por ejemplo, aspectos de su personalidad, atención y concentración, mecanismos de defensa y cómo los utiliza; tolerancia a la frustración, control de los impulsos, agresividad, nivel de ansiedad, actitud frente a las normas y en situaciones de estrés y tensión; y criterio de realidad.
Hasta ahora esta atribución la tenían las autoridades de cada jurisdicción, pero desde ahora la ANSV cuenta con la facultad como entidad rectora para pedir la reevaluación de conductores temerarios.
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