La nueva ley de Movilidad sustentable ofrece incentivos fiscales para promover la inversión y la adquisición de vehículos eléctricos con el requisito central que tengan componentes de fabricación en el país.
El proyecto prevé inversiones en distintos sectores industriales por US$ 900 millones y contempla, entre otras acciones, una amplia renovación de la flota de transporte público en condiciones más amigables para el medio ambiente.
"Si bien en el capítulo autos eléctricos la renovación del actual parque automotor no serñá inmediata, sí somos optimistas en el caso del transporte público, lo que redundará en beneficio del medio ambiente para las grandes ciudades", remarcaron fuentes oficiales.
En este sentido, se hizo hincapié en resultados concretos como "el desarrollo de la cadena de litio, particularmente para la fabricación de baterías".
Todos los actores relevantes del sector minero están atentos a este proyecto de ley, ya que hay en juego "proyectos de inversión del orden de US$ 900 millones para los próximos 5 a 7 años".
Con la ley de promoción del uso de la movilidad sustentable en plena vigencia, "se espera una importante ola de inversiones nacionales y extranjeras en el sector de terminales automotrices", tanto en las existentes como en nuevas ya que todas a nivel global tienen proyectos en marcha de modelos con motorizaciones eléctricas.
Pero también se esperan inversiones por parte de las empresas que se pueden denominar electroautopartistas y fabricantes de equipamiento auxiliar, como son los cargadores, en micromovilidad, que representa un sector novedoso y muy interesante para inversiones medianas y pequeñas.
También habrá lugar, según se asegura en despachos oficiales, para los retrofits (modernización de equipos y maquinarias) y conversiones a nuevas tecnologías, y también otras iniciativas vinculadas a las celdas de combustible o GLP.
Toda esta perspectiva de industrialización está basada en la capacidad de la Argentina de recursos naturales, de la experiencia de una industria química relevante en América Latina, la trayectoria automotriz con una cadena autopartista avanzada, y una red de ciencia y tecnología con capacidad de hacer aportes importantes.
También se destacó que desde que el Gobierno nacional hizo público su visión estratégica de desarrollar la industrialización de sus recursos naturales como el litio, varios inversores manifestaron su interés de visualizar al mercado sudamericano cono fuente de esta transición tecnológica a la electromovilidad.
La Argentina, posee los segundos recursos de litio identificados más grandes del mundo (solo detrás de Bolivia) y la tercera cantidad más grande de reservas de litio comercialmente viables detrás de Chile y Australia.
En el país se extrae litio desde 1997, y desde entonces hubo preocupación para que esa actividad no quede en el ámbito de actividad minera primaria, es decir solamente extractiva, si bien hay un proceso industrial al pie de mina que lleva a convertir la salmuera del salar en algún compuesto de grado industrial
El sector explicó que el camino industrial y tecnológico del litio es muy complejo y requiere conocimientos, técnicas, capital y recursos técnicos y humanos, muchos de los cuales Argentina tiene, pero no en la cantidad suficiente.
En este escenario, el objetivo es "crear en Sudamérica el primer enclave productivo integral, que sirva como plataforma para el país y para exportar a los países vecinos, que ya están avanzando en integrar vehículos con baterías de litio a su parque".
El objetivo es "crear en Sudamérica el primer enclave productivo integral, que sirva como plataforma para el país y para exportar a los países vecinos, que ya están avanzando en integrar vehículos con baterías de litio a su parque".