En los últimos 25 años, el suicidio en la adolescencia se triplicó en nuestro país. Hoy representa la segunda causa de muerte entre los 10 y los 19 años, detrás de los siniestros viales.
Son datos de Unicef Argentina, que analizó estadísticas nacionales, entrevistó a adolescentes que intentaron suicidarse, elaboró autopsias psicológicas de varios jóvenes que lo consumaron y dialogó con especialistas y funcionarios.
Si hacia 1990-1992 se registraban 2,5 muertes autoprovocadas cada 100 mil jóvenes, hacia 2014-2016 trepó a 6,5.
La cifra se torna mucho más dramática en Salta, Catamarca y Jujuy, provincias donde la cantidad es 10 veces más alta que el promedio nacional. En el otro extremo de la tabla, Córdoba, Santa Cruz y Ciudad Autónoma de Buenos Aires presentan índices inferiores al promedio.
Como advierte Unicef, se requieren políticas públicas preventivas y adultos capacitados –en escuelas, servicios de salud y de protección social, fuerzas de seguridad y organizaciones comunitarias de todo tipo– para contener y brindar asistencia.