Los siniestros graves o seguidos de muerte entre los usuarios de motocicletas y ciclomotores en la provincia, siguen ocupando los primeros lugares en el ranking de accidentes en calles y rutas.

Tan grave como la muerte de cualquier persona que se desplace en estos rodados  es considerar el factor etario de las víctimas: los que sufren estos percances tienen edades que rondan entre los 18 y 35 años, son los más jóvenes.

Otro dato es que el 90% de los accidentes de motos se producen por exceso de velocidad e imprudencia, es decir se podrían haber evitado con un manejo prudente y subordinado a las normas de tránsito.

Según estudios de la Policía Vial de Mendoza, las motos de baja cilindrada son los principales protagonistas de los siniestros. El dato acompaña el ritmo de las ventas donde los modelos preferidos por los usuarios son las que van de los 100 a 125 cm3 y de 125 a 250 cm3 y los urbanos del tipo street y cub underbone.

Un relevamiento de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que no es actual pero sigue vigente, concluyó que 28% de los motociclistas accidentados no llevan casco o lo utilizan mal. El número surgió tras analizar 6.700 casos en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Resistencia (Chaco) y Salta. Específicamente, 10% no usa protección, 12% lo lleva suelto y 6% lo tiene golpeado lo que limita su función.

En  Mendoza, muchos motociclistas no cumplen  las normas elementales de prevención: circulación obligatoria de motos en carriles lentos, circulación en el centro del carril como los demás vehículos, no sobrepasar entre dos autos o a la derecha de otro vehículo ya que el conductor de éste no ve a la moto que avanza. Y por sobre todo, el exceso de velocidad. Es habitual ver, en los accesos Este y Sur el paso de motocicletas que superan ampliamente la velocidad calculada para esas vías. 

En materia de infraestructura, no hay suficientes carteles verticales u horizontales indicativos de circulación de motos. Además, los cascos de los motociclistas no poseen luz ni pintura reflejante.

En fin, se podría ahondar hasta el cansancio sobre el abandono de ciertos motociclistas en materia seguridad, aunque hay grupos de estos usuarios que actúan responsablemente e incluso hacen docencia.

Por otra parte, la mayor intervención del personal policial en estos casos es  para pedirles los documentos del rodado, el seguro y la licencia de conducir.

Las estadísticas dejan en claro dos cosas: cada vez hay más motos en las calles y, con ello, los accidentes han ido en aumento.

Con el objetivo de disminuir la cantidad de siniestros, la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (Cafam) presentó su iniciativa, “Compromiso con la seguridad vial”, que apunta a una mayor concientización y buenas prácticas en el uso de los vehículos.

El programa consiste en la difusión masiva de seguridad vial, en conjunto con agencias de seguridad vial, las escuelas de manejo y la formación de instructores a nivel provincial y municipal.

El plan interesa mucho porque, como dijimos, el perfil de los conductores de motovehículos está bien definido: 62% de ellos son menores de 35 años y el 78.7% son masculinos. El 71% de las motos transporta a un solo pasajero, la mayoría en las zonas urbanas.

El “Compromiso con la seguridad vial” es apoyado por las principales terminales de motovehículos del país.

En coincidencia con lo expresado, un informe del Observatorio Vial 2018 resaltó la importancia de reforzar las acciones para promover el uso del casco, aumentar el control en los más jóvenes, focalizar acciones en el norte del país y también en Cuyo (donde más se usan las motos), mejorar las condiciones de traslado de menores, marcar el riesgo del uso del celular y concientizar sobre el respeto a las normas de tránsito.

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