En materia de transporte los análisis y pronósticos se ven a mediano y largo plazo
Una de las implicancias más visibles de la aceleración del cambio que está ocurriendo es que los pronósticos se demuestran falsos o verdaderos en cuestión de meses, con lo cual muchas “certezas” rimbombantes se exponen al ridículo y los gurúes más renombrados quedan desnudos de un semestre para el otro. En pocos campos esto es más claro que en el debate referido al futuro del transporte.