Una encuesta realizada por el Instituto de Seguridad y Educación Vial (ISEV) destacó que aumenta la relación entre “baja percepción del riesgo” y “alta tolerancia social” entre jóvenes argentinos a la hora de analizar la conducción de vehículos bajo los efectos de drogas legales e ilegales.
La muestra señala que se consolida una tendencia a la mayor aceptación social del consumo de marihuana, de forma “habitual”: pasando de un 6% a un 12% quienes opinan estar de acuerdo en permitir la conducción. Un 68 % de los encuestados consideró que los efectos son reducidos a la hora de conducir por las calles argentinas.
Relevante es que la encuesta fue realizada con estudiantes de último año de Enfermería y Psicología de 15 universidades públicas y privadas de 10 provincias.
En ese universo de la muestra se destaca la opinión de docentes que han señalado que “no hemos recibido la formación necesaria para afrontar este desastre que están provocando las drogas en nuestros jóvenes, que luego mueren a bordo de sus motos con alcohol en su sangre”.
Cuando analizaron la “percepción del riesgo” en relación al consumo de sustancias psicoactivas y la conducción de vehículos automotores, demostraron, sin embargo que se ha incrementado la mayor percepción del riesgo: de un 40 % en 2014 que lo consideraba “no peligroso” el conducir en esas condiciones, se redujo al 9 % en 2019.
Similar al punto anterior fue el aumento también de la percepción del riesgo de conducir alcoholizado. En 2014 el 16 % de los encuestados consideraron que “no es peligroso en absoluto” tal comportamiento. Esta consideración se redujo notablemente a un 5% en el año 2019 y se incrementó el porcentaje de aquellos que lo consideró “algo o muy peligroso”.
“Para la transformación definitiva, en un largo proceso, de esa cultura “fatal” por una cultura “preventiva” deviene esencial la garantía de continuidad (con las correcciones que eventualmente sean necesarias) de una verdadera política de Estado”, señala el informe del ISEV.
La encuesta indagó también sobre la consideración que tienen los jóvenes a la posibilidad que se dispongan marcos regulatorios viales que limiten a “0” el consumo de alcohol en conductores.
En relación a ello, mientras que en el año 2014, un 8% estuvo “de acuerdo” en el año 2016, este piso se elevó al 19%, y en 2019 alcanzó un 70 %.
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