Básicamente cada marca tiene un canal de comunicación entre el mando a distancia y el receptor de la señal en el automóvil para el cierre de sus puertas.

En los equipos de fábrica, ambos elementos se comunican mediante un código encriptado casi imposible de descifrar, pero no imposible de bloquear su señal.

Los ladrones sólo logran bloquear la comunicación, por lo que uno cree que el vehículo se cerró, pero jamás recibió “el mensaje”. Como dicha orden nunca se recibió, el sistema del automóvil tampoco entra en modo seguro, por lo que, si no se han activado los seguros mecánicamente, tampoco activará la alarma de robo al abrir una puerta.

Con esto han impedido la comunicación por lo que esperan que el dueño se aleje para robar lo que hay en el interior del vehículo.

El consejo usual es que no se active el seguro lejos del automóvil y si posee la opción de cerrarlo manualmente con la llave es la mejor garantía.

También asegúrese de que la luz que parpadea de color (que varía según el modelo) cuando se cierra, lo haga, eso indica que el automóvil está en modo seguro y si se abren las puertas, el vehículo activará la alarma.

Y por último, lo más básico, comprobar que las puertas están realmente cerradas, esperar más de 20 o 30 segundos y luego retirarse.

Otro consejo, cuando el auto suene, lo que hay que hacer es acercarse directamente, revisar y no usar el control remoto.