Alfredo Pellene, especialista en seguridad vial, explicó cómo están los "números" en Santiago del Estero en cuanto a siniestros viales:
“En Santiago hay una cuestión difícil. Los índices se van incrementando cada vez más. Hay estudios terminados, correspondientes a este 2019, y los indicadores están mucho más arriba que en 2018. Santiago es una ciudad colonial y necesita otro tipo de atención. Se necesita educación vial. Si no hay sanciones, multas, etcétera, no habrá educación. Necesitamos también un poco de formación. Los santiagueños somos muy 'familieros', y en las reuniones familiares es común que se beba. Lo que pasa es que no somos conscientes de dejar el vehículo después de tomar alcohol. Aquí la gente está mal acostumbrada a cruzar por cualquier lado", indicó.
Consultado sobre si pasa lo mismo en el resto del mundo, en cuanto al comportamiento, por ejemplo, de los peatones, fue terminante: "No. En otros países tuvieron un cierto tiempo de educación y concientización para la gente. A España le costó 20 años lograrlo. Las políticas públicas de Estado apuntaron más a la educación, en otros países. Alberto Fernández habló hace poco de la seguridad vial. La agencia anterior (del gobierno saliente) solo dejó baches", manifestó.
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