Cuadras enteras de autos estacionados en doble fila, espacios reservados al transporte escolar ocupados por particulares, ánimos alterados.
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Cuadras enteras de autos estacionados en doble fila, espacios reservados al transporte escolar ocupados por particulares, ánimos alterados.
Los carriles exclusivos, inaugurados sobre avenida San Martín, en Godoy Cruz, ya reciben críticas. Ahora, la prioridad en av. San Martín es el peatón y los ómnibus frente a los autos, que deberán circular por los costados.
En 2018, los accidentes viales aumentaron en un 2,7 % - El Ancasti - Diario de Catamarca policiales martes, 05 de marzo de 2019 · 04:26 Los números de la inseguridad vial advierten que se trata de una problemática a la que se le debe prestar atención. De acuerdo con información judicial a la que El Ancasti accedió, durante 2018 se registraron 1823 denuncias por ?lesiones culposas?, por accidentes de circulación. En detalle, durante el año pasado se recibieron 22.603 denuncias, de las cuales el 8 % correspondían a esta problemática. En la primera mitad del año, se denunciaron 899 accidentes de tránsito.
Antes de elegir un servicio adecuado de transporte escolar, hay que verificar que cumplan con los requisitos que la ley les exige: la unidad tienen que estar habilitada por el gobierno correspondiente El comienzo de un nuevo año escolar implica una cuestión importante a tener en cuenta: cómo trasladar a los chicos a su colegio, lo que repercute también en múltiples inconvenientes en el tráfico. Es habitual ver en la puerta de los colegios -en horarios de llegada o retiro-, vehículos estacionados en doble o hasta triple fila obstaculizando calles y avenidas.
Fueron retenidas en controles nocturnos que realiza la Municipalidad junto con la policía en zonas consideradas "calientes" de la ciudad. Desde agosto pasado, una cuadrilla especial de 12 policías y agentes municipales lleva adelante controles sorpresivos durante la madrugada en "zonas calientes". El objetivo: detectar motos sin documentación, sin elementos de seguridad y confirmar si los conductores están en conflicto con la ley penal. Ya remitieron 3.800 al corralón. Hasta ayer se habían reportado ocho personas con pedido de captura, se incautaron al menos dos armas de fuego y gran cantidad de droga. "Se secuestran en promedio unos 50 rodados por noche. Cada operativo es complicado en sí mismo", destacó el director de Tránsito, Gustavo Adda. Sólo de estos operativos nocturnos, conjuntos con el Tercio Delta del Comando Radioeléctrico, se remitieron algo más de 3.800 motos, con una notable alza este último mes; un 28 por ciento más en relación al mismo mes del 2018. Si en febrero del año pasado se remitieron 1.013 motos, este febrero alcanzaron 1.303. Este incremento tiene que ver con la expansión de los operativos. Los mismos se realizaron junto al Ministerio de Seguridad en Oroño y Saavedra, Uriburu y Oroño, Oroño 5000, San Martín y Batlle y Ordóñez, Batlle y Ordóñez 400, 27 de Febrero y Buenos Aires, Francia y Seguí. También en Francia 3100 y Juan José Paso y Provincias Unidas. Hubo dos procedimientos positivos de armas. Uno registrado el 5 de febrero en Seguí al 3300 y otro en Alem y 27 de Febrero, la noche posterior. "Son operativos móviles que arrancamos en agosto en conjunto con el tercio Delta de la central 911. La propuesta es controlar, en el horario de 22 a 6. Son sorpresivos y además van rotando entre diferentes corredores", explicó a LaCapital el director de Tránsito de la Municipalidad. La modalidad en las zonas calientes tiene algunas diferencias con los operativos convencionales. En los retenes, son los policías los que detienen las motos, se revisa a los conductores en cuestiones relacionadas con armas de fuego y drogas. Según indicó Adda, desde agosto a la fecha "se secuestró gran cantidad de estupefacientes". En la totalidad de los operativos, hay resistencia. "Es un público distinto a los operativos de alcoholemia", comparó el funcionario. Los aborda la policía, después los identifica, porque puede representar riesgo. Una vez que se termina con la requisa policial, los agentes municipales requieren las documentación del vehículo y corroboran las medidas de seguridad reglamentarias. "Estamos trabajando muy bien, en conjunto con la policía. Tenemos un promedio de 50 motos confiscadas por noche y en general se hacen de lunes a lunes", apuntó Adda. A los operativos especiales durante la madrugada asisten unos 12 agentes entre la policía e inspectores de Tránsito. Se destacan móviles policiales, camionetas del municipio y carretones. "Además de la falta de casco y la chapa patente, cuando se verifica la titularidad del rodado, notamos muchos conductores que circulan sin ser propietarios y sin autorización. También se han detectado personas con pedidos de captura, prófugos de la ley o que violaron la prisión domiciliaria", enumeró el titular de Tránsito. ¿Son complicados estos procedimientos?, preguntó este diario. "Cada uno de estos operativos es áspero", se sinceró Adda. Fin de semana largo Durante el fin de semana largo de Carnaval (entre la noche del jueves y la madrugada de ayer) los controles de alcoholemia en calles de la ciudad provocaron 729 test a lo largo de todas estas jornadas con 71 remisiones al corralón municipal de vehículos en infracción. Hugo 51 casos positivos de alcohol en sangre, 2 casos de narcolemia positiva (ambos de cannabis exclusivamente) . Además la Secretaría de Control llevó la promoción del "conductor designado" a San Nicolás al 2200.
Ya hay 70 establecimientos que armaron sistemas para recibir a los alumnos sin que sus padres salgan del vehículo. Así, no hay embotellamientos en las horas pico.
Por noveno año consecutivo, familias, maestros y directivos de una escuela de Belgrano se preparan para renovar el operativo de entrada y salida de los chicos al establecimiento.
A lo largo del tiempo, lograron desarrollar un mecanismo que les permite agilizar este momento que, en general, dura poco más de 20 minutos. Un tiempo que, aunque breve, provoca caos en las calles de las escuelas aún no organizadas, brotes de furia en algunos conductores y bocinazos. Todo, apenas comenzado el día.
“Entendimos que lo más práctico es evitar que el adulto baje del auto.
Entonces nos organizamos con padres y madres que abren la puerta de los autos, ayudan a bajar a los chicos con sus mochilas, y los dejan en la puerta de la escuela, donde los reciben los maestros. Una de las claves es generar hábito en los voluntarios y, por supuesto, contar con todo el apoyo de la comunidad de la escuela”, explica a Clarín Agustín Raffo, papá y vicepresidente de la comisión directiva del Colegio Pestalozzi.
El establecimiento está en Freire, entre La Pampa y Sucre. Para la hora de la salida, el año pasado un papá desarrolló una aplicación que lee la patente de los autos que se acercan a la puerta del colegio y dispara un aviso a la maestra. Así, ella acerca al alumno.
“Pensamos las soluciones mirando lo que ocurre en otros lugares del mundo. Pero las adaptamos e hicimos un programa a nuestra medida.
A favor, nuestra escuela ocupa toda una cuadra y esto nos facilita la organización. Pero no tengo dudas de que se puede hacer en todas las escuelas”, opina Raffo.
El Pestalozzi tiene 1.200 alumnos entre nivel inicial, primaria y secundaria.
También impulsa una campaña para que se use menos el auto.
Según datos oficiales, en la Ciudad hay 2.861 establecimientos educativos, 1.058 de los cuales son privados, entre jardines, escuelas primarias y secundarias. Para paliar el caos que se genera en muchos de ellos, la Secretaría de Tránsito y Transporte viene trabajando con el programa “Sube y Baja". También se basa en que los padres no desciendan de sus vehículos.
Por el momento el proyecto se aplica en 70 escuelas y esperan que para el primer semestre se hayan sumado otras 60. Este programa comenzó a funcionar en 2017 y ayudó a eliminar el estacionamiento en doble fila, una de las mayores problemáticas que se detectan en los alrededores de las escuelas.
Como cada institución tiene su particularidad, el programa se adapta a los entornos. “La idea es aportar soluciones ajustándose a las calles internas, avenidas y paradas de colectivos. Se entregan las pecheras para los voluntarios, conos y piezas gráficas para explicar el método”, explican en Tránsito y Transporte.
Cada barrio tiene su dinámica. En la zona de Primera Junta, sobre la avenida Rivadavia entre Víctor Martínez y Cachimayo, hay cuatro colegios.
En época de clases, la mano hacia el centro se convierte en un embudo al que se suman las líneas de colectivos que usan la avenida. “En ocasiones hay hasta dos y tres filas de autos. No todos estacionan, pero la mayoría busca quedar lo más cerca posible de la vereda. Al problema se suma que Rivadavia se angosta después de Emilio Mitre, ya que allí está el ingreso al subte A. Entonces, los embotellamientos son tremendos”, cuenta a Clarín un padre con tres hijos en una de esas escuelas.
Para evitar estas cuadras, muchos estacionan sobre la avenida Alberdi, paralela a Rivadavia. Pero ahí está prohibido estacionar y por la zona hay agentes de tránsito que hacen fotomultas. Los ampara el hecho de que dejó de tener vigencia una ordenanza que permitía detenerse hasta 15 minutos por el ingreso o egreso de los alumnos.
El St Brendan's, en Superí y Juramento, es otro colegio a punto de implementar el “Sube y Baja”. Desde su dirección aclaran: “Queda terminantemente prohibido estacionar en doble fila o adelantarse por fuera del corredor”. Y advierten que habrá agentes de tránsito en las inmediaciones “verificando que se cumplan estrictamente las normas”.
En donde ignoran deliberadamente todas las normas de tránsito es en la escuela de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), en San Juan y Lima. Por momentos, sobre San Juan se forma un tapón en medio del horario pico de ingreso a la Ciudad.
Sobre el lado izquierdo hay hasta triple fila de autos estacionados, y doble fila del lado derecho. En esa esquina siempre hay al menos cuatro agentes de tránsito. Los que también sufren las consecuencias son los vecinos. Nunca falta el padre que estaciona obstruyendo los garajes de edificios o de viviendas; incluso sobre las rampas. Y, como es usual, son adultos que no admiten estar haciendo algo incorrecto.
“No tengo dónde estacionar” y “Son sólo dos minutos” son las excusas de cabecera. En una Ciudad con una importante cuota de desorden en las calles, las escuelas suman su parte. Pero las experiencias que incluyen la participación comunitaria demuestran que hay soluciones posibles.
“Los voluntarios abren la puerta del coche, ayudan a bajar a los chicos y los entran a la escuela, donde los recibe un docente”.
Agustín Raffo Padre de un alumno del Pestalozzi
EN CIFRAS
2.861 Establecimientos educativos hay en la Ciudad, entre los distintos niveles educativos. Los privados son 1.058.
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