El mecanismo que permite desbloquear el engranaje y cambiar de marcha es uno de los que elementos de nuestros vehículos que sufre más desgaste, por lo que los expertos recomiendan una seria de pasos que permiten tratarlo adecuadamente.

El primer error común que debemos evitar es apoyar la mano en la palanca de cambios. Hacerlo genera un desgaste prematuro en elementos como los varillados, engranajes y rodamientos. A la larga, puede hacer que nuestra caja de cambios no funcione correctamente, pierda precisión, aumente las holguras, cueste engranar algunas marchas, o incluso que estas se salgan solas.

El segundo error es revolucionar demasiado, sobre todo en frío. Si el aceite que necesita para lubricar no ha alcanzado una temperatura apropiada, su viscosidad no será la adecuada para lubricar los engranajes ni el motor.

El tercer error común es conducir el coche en marchas demasiado largas. Es importante conocer las revoluciones en el que el motor del vehículo trabaja adecuadamente para evitarle esfuerzos innecesarios. Si se emplea una marcha demasiado larga y le falta fuerza, necesitara el o la conductora reducir una o varias marchas para evitar un esfuerzo innecesario en el motor.

El cuarto error es no respetar el punto de embrague. Debemos pisar a fondo el pedal del embrague cuando cambiamos de marcha y no soltarlo demasiado rápido. Pisándolo a medias estaremos generando un desgaste prematuro del embrague, o incluso podremos llegar a destrozarlo en pocos kilómetros si somos muy bruscos y poco cuidadosos. Tampoco es bueno mantener la marcha engranada y el pedal del embrague pisado cuando se procede a una detención en un semáforo.

El quinto error común es apoyar el pie izquierdo en el pedal del embrague. Apoyar mínimamente el pie en el pedal produce en el embrague un desgaste innecesario.

La recomendación final: aprovechar el espacio a la izquierda del embrague para que el pie izquierdo descanse.