El Gobierno Nacional puso en marcha nuevamente el banco de pruebas dinamométrico, conocido popularmente como “El Rodillo”, un dispositivo clave para controlar el estado integral de micros y colectivos en la Terminal de Retiro.
Este sistema, que había quedado fuera de servicio y deteriorado durante la gestión anterior, fue reparado y modernizado, y ahora está operativo para realizar controles exhaustivos, con especial énfasis en los límites de velocidad y las condiciones generales de los vehículos.
El “Rodillo” permite medir diversos aspectos técnicos de los transportes, como el funcionamiento del limitador de velocidad, el instrumental de cabina y otros elementos de seguridad. Cuando los agentes de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) detectan irregularidades, los vehículos son retenidos hasta que se ajusten a los parámetros exigidos, y se labran las actas de infracción correspondientes.
En su primera semana de reactivación, el dispositivo ya demostró su eficacia. Se realizaron 63 controles, de los cuales 11 vehículos fueron desafectados del servicio por no cumplir con las normativas vigentes. Los operativos se llevan a cabo de manera aleatoria y azarosa, lo que permite identificar una amplia gama de irregularidades y garantizar que los transportes circulen en condiciones óptimas.
Las pruebas realizadas con este dispositivo abarcan múltiples aspectos de seguridad y funcionamiento:
- Limitador de velocidad: se verifica que esté operativo y ajustado a los límites permitidos.
- Instrumental de cabina: se controla que registre la velocidad real del vehículo.
- Apertura de puertas: en el transporte urbano, se asegura que las puertas no puedan abrirse cuando la unidad supera los 5 km/h.
- Estado general: se revisan neumáticos, carrocería, luces, chapas patente, cinturones de seguridad, matafuegos, salidas de emergencia, martillos para romper cristales, y la limpieza interior del vehículo, entre otros aspectos.
La reactivación del “Rodillo” representa un avance significativo en el control del transporte público, asegurando que los vehículos cumplan con los estándares de seguridad necesarios para proteger a los pasajeros y demás usuarios de la vía pública. Este dispositivo no solo garantiza que los micros y colectivos circulen en condiciones adecuadas, sino que también refuerza la confianza en el sistema de transporte.