La imprudencia, ingrediente mortal de muchos accidentes viales, especialmente asociada con la circulación a altas velocidades y el manejo por sobre los límites de alcohol permitidos o bajo los efectos de las drogas, relativiza otras faltas consideradas "menores" igualmente riesgosas, como utilizar el celular al conducir y la falta de uso del cinturón de seguridad.
Las multas por manejar activando el celular tuvieron durante 2018 un incremento del 56% respecto del año anterior y este vicio, en términos de seguridad vial, es alarmante. Por esta infracción, que es una de las más difíciles de castigar ya que exige la presencia de un agente de tránsito que la verifique, se labraron 221.807 actas en 2018, contra 142.236 de 2017. Se trata de una decisión personal de graves implicancias, pues afecta a también a otros.
La multa representa 100 unidades fijas (UF), cuyo valor individual equivale al precio de medio litro de nafta del mayor octanaje, pero se duplica si el conductor está escribiendo un mensaje y se triplica cuando esta acción la realiza un chofer de colectivos, taxis, remises, micros escolares o camiones. Cuando un conductor se distrae mirando el celular durante 3 segundos, a 40 kilómetros por hora, recorre 33 metros a ciegas o, lo que es lo mismo, casi media cuadra con una venda en los ojos.
El riesgo es aún mayor cuando se conduce por carreteras más rápidas. Un informe de Autopistas del Sol y Autopistas del Oeste, concesionarias de la Panamericana y el Acceso Oeste, detectó un promedio de 13,5% de las personas que usa el celular mientras maneja. Lo grave de esta situación es que en estas vías los automóviles pueden ir a 120 kilómetros por hora, por lo que pulsar una sola tecla para escribir significa recorrer 100 metros a ciegas.
Un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) encendió otra potente alarma. Además de señalar que en 2017 murieron 5611 personas en accidentes viales, esto es 20 personas por día sin contar los heridos y quienes quedaron con alguna discapacidad, presentó estadísticas de todas las provincias. Solo el 43,6% de los vehículos observados circula con todos sus ocupantes protegidos con cinturón de seguridad.
En otro de los datos del informe se refleja que solo el 42,9% de los copilotos utiliza los cinturones y, en ocupantes traseros, esa cifra se reduce al 23,1%. Según Luchemos por la Vida, se evitarían miles de muertes en accidentes de tránsito si esa norma se cumpliera.
Las muertes y lesiones como consecuencia de los siniestros de tránsito son absolutamente evitables. No son accidentes. Además del endurecimiento de penas, se requiere que la anomia, la imprudencia y la desidia de los conductores desaparezcan ya que se ha comprobado que son ellos los principales responsables de los incidentes.